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CARILAGO DE TIBURON El cartílago de tiburón es ideal para prevenir el riesgo cancerigeno y ayuda a evitar enfermedades propias de los huesos como: Ø Artritis Ø Reumatismo Ø Gota Ø Osteoporosis Ø Psoriasis Ø Cáncer Los ingredientes esenciales de este producto son: Principalmente el Cartílago De Tiburón: Se afirma que el cartílago de tiburón contiene una impresionante cantidad de sustancias biológicamente activas. Destacando entre ellas, además de colágeno y sulfato de condroitina, una familia de carbohidratos complejos llamados mucopolisacáridos que son sustancias que, en la piel y en las mucosas, se asocian al colágeno para combatir eficazmente a las bacterias. De ahí que se le reconozca su capacidad terapéutica en el tratamiento de enfermedades como el lupus eritematoso, y la psoriasis. Asimismo, los mucopolisacáridos resultan efectivos en el tratamiento de afecciones reumáticas porque son potentísimos antiinflamatorios sin efectos secundarios graves. Además estos componentes estimulan el sistema inmune que trabaja sinérgicamente con las proteínas -de las que hablaremos a continuación- mientras que el calcio y el fósforo son utilizados por el organismo como sustancias nutritivas. En cuanto a las mencionadas proteínas suponen casi el 40% de la composición del cartílago de tiburón pero hay una de ellas en concreto, una macroproteína llamada IDC (siglas que corresponden a inhibidor derivado de cartílago), que inhibe la formación de nuevos vasos sanguíneos. Es decir, impide la angiogénesis o neovascularización, capacidad que convierte por ello al cartílago de tiburón en una terapia efectiva para prevenir y combatir aquellas patologías -incluido el cáncer- que dependen de la formación de nuevas redes sanguíneas. EFICAZ EN EL TRATAMIENTO DE DIVERSAS PATOLOGÍAS
De ahí que muchos especialistas en salud y nutrición afirmen que estas patologías angiogeno-dependientes pueden tratarse con cartílago de tiburón. Se sabe que las posibilidades de que aparezca metástasis en los seres humanos se reducen significativamente cuando se toma cartílago de tiburón. Y ello se debe a que -insistimos- las proteínas de este alimento actúan inhibiendo la formación de nuevos vasos sanguíneos de forma que el tumor -que para desarrollarse necesita formar en su interior nuevos capilares por los que recibir nutrientes- no puede alimentarse con lo que disminuirá su tamaño y acabará desapareciendo. Y no sólo eso porque, además de favorecer la destrucción de los tumores, este alimento estimula la actividad del sistema inmune y previene la formación de nuevos tumores. Hoy el potencial terapéutico del cartílago de tiburón ha sido especialmente investigado en oncología clínica tanto en tumores sólidos -mama, pulmón, próstata o riñón- como en los no sólidos -mieloma múltiple-. Además se ha comprobado que en sólo unos pocos meses el cartílago de tiburón mejora la conducta inmune de las células por lo que teniendo en cuenta que no provoca efecto secundario adverso grave alguno se considera muy útil para subir rápidamente las defensas de personas debilitadas tras someterse a Radioterapia y Quimioterapia. Claro que también es interesante la ingesta de cartílago de tiburón en el tratamiento de enfermedades articulares como, por ejemplo, la artritis reumatoide. Se trata de una enfermedad inflamatoria que produce trastornos articulares, atrofia muscular y destrucción del hueso y del cartílago y cuyas causas no se conocen pero sí se sabe que existe un desarrollo capilar anormal que puede destruir el cartílago articular y, por tanto, se considera que la angiogénesis puede ser la raíz de la enfermedad. Lo que sí está constatado es que las personas afectadas de artritis que han tomado cartílago de tiburón como único tratamiento obtienen excelentes resultados en cuanto a que en ellos han desaparecido la inflamación y el dolor sin efecto secundario grave alguno. En cuanto a la enteritis -es decir, la inflamación crónica del revestimiento mucoso del intestino delgado- se ha observado que la administración oral de cartílago de tiburón estimula el sistema inmune, inhibe la formación de nuevos vasos sanguíneos, reduce la inflamación y permite que las personas ganen peso y, como consecuencia, energía y vitalidad. Propiedades terapéuticas
Vitamina “A”: Es una vitamina liposoluble. La vitamina A ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes sanos, tejidos blandos y óseos, de las membranas mucosas y de la piel. Se conoce también como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina del ojo. Esta vitamina promueve la buena visión, especialmente ante la luz tenue, y también se puede requerir para la reproducción y la lactancia. El retinol es un tipo activo de vitamina A y se encuentra en los hígados de animales, la leche entera y algunos alimentos fortificados. Los carotenoides son tintes de color oscuro que se encuentran en alimentos de origen vegetal y que pueden transformarse en una forma de vitamina A. Uno de ellos es el betacaroteno, que es un antioxidante. Los antioxidantes protegen las células del daño causado por sustancias inestables llamadas radicales libres, los cuales se cree contribuyen al desarrollo de ciertas enfermedades crónicas y juegan un papel en los procesos degenerativos que se observan con el envejecimiento. La vitamina A proviene de fuentes animales como los huevos, la carne, la leche, el queso, la crema de leche, el hígado, el riñón y el aceite de hígado de bacalao y de hipogloso. Sin embargo, todas estas fuentes, a excepción de la leche descremada fortificada con vitamina A, tienen un alto contenido de grasa saturada y colesterol. El retinol es un tipo activo de vitamina A y se encuentra en los hígados de animales, la leche entera y algunos alimentos fortificados. Las fuentes de betacaroteno son las zanahorias, la calabaza, la batata o camote, el melón, el calabacín, el melón cantalupo, la toronja, el albaricoque, el brócoli, la espinaca y la mayoría de las hortalizas de hoja verde. Cuanto más intenso es el color de la fruta u hortaliza, mayor es el contenido de betacaroteno. Estas fuentes vegetales de betacaroteno no tienen grasa ni colesterol. La deficiencia de vitamina A puede aumentar la susceptibilidad a enfermedades infecciosas y problemas de visión. Sin embargo, si la persona consume grandes cantidades de vitamina A, se puede enfermar. Asimismo, el consumo de grandes dosis de esta vitamina puede causar defectos congénitos. La intoxicación aguda con vitamina A generalmente ocurre cuando un adulto toma varios cientos de miles de unidades internacionales. Los síntomas de intoxicación crónica con vitamina A pueden ocurrir en adultos que toman regularmente más de 25000 UI al día. Los bebés y los niños son más sensibles y se pueden enfermar después de tomar dosis más pequeñas de vitamina A o productos que la contengan como el retinol (que se encuentra en las cremas desnatadas). Ver hipervitaminosis A. El aumento en las cantidades de betacaroteno puede hacer que la piel se torne de color amarillento o anaranjado y ésta retorna a su color natural una vez que se disminuye tal consumo. La mejor manera de satisfacer los requerimientos diarios de vitaminas esenciales es consumir una dieta balanceada, que contenga una variedad de productos de los grupos básicos de alimentos. El Comité de Nutrición y Alimentos del Instituto de Medicina (Foodand Nutrition Board at the Institute of Medicine) recomienda lo siguiente: Bebés:
Niños:
Adolescentes y adultos:
Las mujeres que estén en embarazo o lactando necesitan cantidades mayores. Se recomienda preguntarle al médico acerca de la mejor dosis en cada caso particular. Vitamina “D”:
Los precursores son sustancias que al ser metabolizadas o procesadas por el organismo se convertirán en vitaminas. Los alimentos tienen distintos precursores como el 7-dihidrocolesterol de origen animal y el ergosterol de origen vegetal. Ambos necesitan de la radiación solar para convertirse en pro vitaminas. La luz solar es una fuente importante de vitamina D dado que los rayos UV dan inicio a las síntesis de vitamina D en la piel. Ante el estímulo de la luz solar el 7-dihidrocolesterol se convertirá en colecalciferol (pro-vitamina D3) y el ergosterol en ergocolesterol (pro-vitamina-D2). Necesitan aún otra transformación para convertirse en las formas activas de la vitamina D. Esta transformación se da en 2 pasos, siendo la primera en el hígado y la última en riñón. La síntesis de vitamina D depende de la pigmentación de la piel y del grado de exposición a la luz solar. La vitamina D entonces se deposita en el hígado, cerebro, piel y mayormente en los huesos. En lo que respecta a su conservación, es una vitamina estable, no es destruida durante la cocción y puede ser conservada durante un largo período. Se deteriora u oxida al entrar en contacto con la luz y el oxígeno.
Los principales alimentos de origen animal
Alimentos de origen vegetal
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